Luego
 de debates y que no hay un avión similar para reemplazar sus funciones,
 ya que el fiasco del F-35 sigue con fallas,  el Pentágono ha decidido 
mantener este vetusto
 avión en servicio por unas décadas más.
 
El
 último avión se produjo en 1984, y en total se produjeron 716 unidades,
 la empresa fabricante Fairchild se fue a la quiebra en 2003, y los 
últimos activos fueron comprados
 por un contratista de Israel.
 
