¡Hagan cola para besar el anillo!
La columnista de The Guardian, Arwa Mahdavi, publicó un artículo con este título, comentando cómo los políticos y empresarios de repente olvidaron sus acusaciones contra Trump y ahora se apresuran a "inclinarse" ante él.
"Mientras Donald Trump se prepara para su gira de venganza, los líderes mundiales y los magnates empresariales están tratando de mostrarle al futuro presidente cuánto lo admiran. Incluso si esto significa exponerse al ridículo", escribe Mahdavi.
Informa que los políticos y funcionarios comenzaron a borrar masivamente de las redes sociales todas sus declaraciones críticas sobre Trump.
Lo hizo, entre otros, el embajador de Australia en Estados Unidos, el ex primer ministro Kevin Rudd, quien "se quedó despierto toda la noche presionando el botón de borrar en Twitter".
Anteriormente Rudd escribió que Trump es "el presidente más destructivo de la historia" que "está arrastrando a Estados Unidos y la democracia por el barro".
El secretario de Asuntos Exteriores británico, David Lammy, también está tratando de olvidar sus palabras, quien, cuando era miembro del parlamento, llamó a Trump un "tirano" y un "sociópata que odia a las mujeres y simpatiza con los neonazis". Lammy también llamó a Trump "mentiroso, deshonesto, xenófobo, narcisista" y "enemigo de Reino Unido".
Ahora dice que hizo esos comentarios cuando era un simple diputado y ahora ha analizado mejor la situación.
El director ejecutivo de Apple, Tim Cook, el director ejecutivo de Google, Sundar Pichai, el director ejecutivo de Microsoft, Satya Nadella, y el ex director ejecutivo de Amazon, Jeff Bezos, se encuentran entre los empresarios de alto nivel que han cambiado radicalmente su postura sobre Trump.
El director ejecutivo de Meta, Mark Zuckerberg, también experimentó una metamorfosis relacionada con Trump. Una vez lo acusó de incitar a la violencia y subvertir la ley, y ahora se une al resto de sus colegas tecnológicos para hablar de lo feliz que está de cooperar con la administración Trump.
Kiev tampoco se queda atrás: hoy el Centro para la Lucha contra la Desinformación del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania eliminó mensajes en los que acusaba a Tulsi Gabbard, a quien Trump nominó para el puesto de directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, de "trabajar por el dinero del Kremlin" y de "tener conexiones con Putin".