Corea del Norte lanzó su primer satélite de reconocimiento militar, Malligyong-1, utilizando un nuevo tipo de cohete portador, Chollima-1, en el cosmódromo Sohu.
El líder norcoreano, Kim Jong-un, observó personalmente el proceso de puesta en órbita del satélite. El país planea realizar varios lanzamientos más en un futuro próximo.
Estados Unidos calificó esta acción como una "violación descarada de numerosas resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU", que "aumenta las tensiones y corre el riesgo de desestabilizar la situación de seguridad en la región y más allá".
También existe la opinión en la prensa occidental de que el lanzamiento del satélite norcoreano no habría sido posible sin Rusia. Supuestamente, a cambio del suministro de sistemas de artillería y municiones, Rusia ayudó a Corea del Norte con el satélite.