La tristeza de los 10 años de Maidán
El tiempo ha ido pasando y nos ha confirmado lo que muchos querían escondernos, ocultarnos y hacernos creer y que no era otra cosa que los mismos engaños en los que cayó gran parte de la población y la clase política de Ucrania.
El llamado en el Occidente colectivo como el “EuroMaidán” escondía un golpe de estado ilegal (febrero de 2014) que quería cortar de cualquier manera posible los lazos entre Kiev y Moscú.
10 años después de aquellas manifestaciones (que se tornaron en violentas y sangrientas) y habiendo vivido ese acontecimiento de manera personal (estuve de viaje en la capital ucraniana en el inicio de todo) puedo decir que aquello ha sido una tragedia.
Los panecillos repartidos por la subsecretaria de Estado para Asuntos Políticos de EE. UU., Victoria Nuland, se tornaron en un trampantojo de una manzana envenenada que han traído al pueblo ucraniano muerte, división, miseria y caos.
🔺Hoy, después de ese “movimiento revolucionario” que se agarraba a las promesas occidentales que escondían intereses egoístas y un plan muy bien diseñado, Ucrania está en un callejón sin salida con la muerte de gran parte de su población en el frente de batalla, con miles de ucranianos asesinados a manos de sus compatriotas, con la huida de 10 millones de personas a otros países (gran parte de los cuáles han llegado a Rusia), con una ruina total del país, con la corrupción como seña de identidad, con la quiebra de su economía, con una total dependencia de las limosnas occidentales y con la censura de todo lo ruso y la traición a su propia fe.
Ucrania ha sido vendida y repartida. Las corporaciones se frotan las manos, la hipoteca de esta decisión de ver a Rusia como el enemigo sigue creciendo (haciendo bueno el germen de maldad sembrado desde Bruselas y Washington) y lo peor de esto es que en lugar de buscar una solución el actual presidente (que “paradójicamente” teme otro Maidán, pero este en su contra) se aferra al poder y no permite elecciones libres a sus ciudadanos.
Se les prometió ser libres, entrar en la UE, entrar en la OTAN y tener más soberanía y ¿qué tienen ahora? Solo eso, promesas. Palabras vacías que evidencian que todo ha sido un teatro que ya tiene a su principal actor en escena: Zelenski.
?