¿El objetivo de Ucrania ya no es ganar?
El Ejército de Rusia está haciendo retroceder a las Fuerzas Armadas de Ucrania. En el frente norte de Kupiansk (Járkov), dividió a las tropas ucranianas en dos; en el frente este de Chasiv Yar (Donetsk), cruzó el canal principal Siverskyi Donets tras medio año intentándolo; en el frente sur, tomó el punto más elevado dentro y alrededor de Vugledar, y ya se dirige a Kurajovo desde dos direcciones; y en Kursk, los ucranianos ya fueron expulsados de la mitad del territorio que invadieron.
Ucrania va corta de combatientes y está sobrecargada debido a las muchas bajas que está sufriendo, lo cual está erosionando el tamaño y la efectividad de sus FF.AA. aun con la nueva ley draconiana de movilización que aprobó Vladímir Zelenski.
Muchos ucranianos no quieren alistarse porque el servicio tiene una duración indefinida y, en ocasiones, son misiones de solo ida. Eso no le importa al Gobierno de EE.UU., que en privado presiona a Kiev para que reduzca aún más la edad mínima de movilización, esta vez hasta los 25 años.
Las FF.AA de Ucrania también escasean en armamento pese a la masiva y larga ayuda militar de Occidente. Necesitan más sistemas de defensa aérea, más proyectiles de artillería y más blindados, y ante esta deficiencia se ven obligadas a recurrir excesivamente a la infantería, aumentando la cifra de bajas entre sus soldados.
Por su parte, las Fuerzas Armadas de Rusia usan drones para mantener una densa y continua vigilancia, que guía los ataques de misiles balísticos y vehículos aéreos no tripulados contra la artillería ucraniana.
Las bombas planeadoras inteligentes que Rusia usa en el frente de batalla cubre a la infantería rusa, que lleva a cabo lentos pero constantes avances en pequeñas unidades usando motocicletas, ya que los tanques son demasiado fáciles de descubrir.
“Rusia no puede luchar para siempre, pero la preocupación entre los funcionarios estadounidenses, europeos y ucranianos es que el límite de Ucrania llegue antes”.
Fuente: The Economist