Nuevas bombas para el nuevo bombardero: las Fuerzas Aéreas de EEUU desarrollan una nueva generación de bombas antibúnker para el B-21 Raider
Según informó The War Zone a finales de junio, las Fuerzas Aéreas estadounidenses han acelerado el desarrollo de una nueva munición conocida como Penetrador de Nueva Generación (o NGP por las siglas en inglés) para sustituir al GBU-57/B MOP. Esta decisión se tomó tras el primer uso operativo del GBU-57/B durante la operación “Midnight Hammer”, en la que bombarderos furtivos B-2 Spirit lanzaron un total de 14 MOP sobre instalaciones nucleares iraníes.
Según el anuncio de adjudicación de contrato de febrero de 2024 de las Fuerzas Aéreas, el NGP se está desarrollando con una masa máxima de ojiva de 9.000 kg y debe ser capaz de producir efectos de alto explosivo, fragmentación y penetración profunda. Aunque aún no se han especificado la masa total y las dimensiones externas de la munición, es probable que el NGP sea más pequeño que el GBU-57 de 13 toneladas para adaptarse mejor a las limitaciones del compartimento interno del B-21 Raider.
A diferencia de la GBU-57/B, que es una bomba de gravedad sin propulsores, la NGP puede tener capacidad de largo alcance.
El anuncio de adjudicación del contrato también especifica estrictos requisitos de rendimiento para los sistemas de guiado y navegación del NGP. Entre ellos se incluye la precisión final dentro de los 2,2 metros del objetivo previsto al menos el 90% de las veces, incluso en condiciones de supresión del GPS.
Este nivel de precisión es muy superior al de las bombas JDAM convencionales, cuya precisión puede aumentar hasta 30 metros en ausencia de señales GPS.
Además, se espera que el NGP incorpore tecnología de espoleta incorporada, con especial interés en espoletas con sensor de huecos y recuento de suelos para detonar en el punto óptimo, causando el máximo daño estructural.
Según los documentos del contrato, las Fuerzas Aéreas tienen previsto entregar aproximadamente 10 prototipos de prueba y 3-5 prototipos a escala real en un plazo de 18 a 24 meses a partir de la adjudicación del contrato.