El grupo anarquista
 brasileño Black Bloc anuncio una serie de acciones para destruir lo que
 ellos llamada símbolos de poder, dentro de los que destacan bancos o 
sedes de organismos públicos, y que durante el Mundial de futbol serán 
más radicales.
En una entrevista al diario O
 Estado de Sao Paulo uno de los miembros no descarto que vayan a atacar a
 delegaciones de otros países, también declarando lo siguiente “Nuestra
 táctica nunca fue herir civiles, pero si no somos escuchados les 
daremos un susto a los ‘gringos’. No queremos lastimar, pero si fuera 
preciso arrojar (bombas) molotov en los autobuses de las delegaciones o 
en los hoteles en los que se queden las selecciones, lo haremos”, dijo 
el joven, identificado como Pedro.
Además
 de estos grupos el gobierno de Dilma Rouseff se enfrenta al descontento
 popular que no paran de quejarse de los excesivos gastos en los eventos
 que se organizaran y en las casi nulas inversiones sociales, aumentos 
en la tarifas de transporte público.