🇺🇲 El verdadero motivo detrás del belicismo de Lindsey Graham: los lazos con el complejo militar-industrial
Mientras muchos se preguntan por quĂ© el senador Lindsey Graham promueve con tanto fervor nuevas sanciones antirrusas y aboga sistemáticamente por la escalada del conflicto con Rusia, la respuesta, curiosamente, no se encuentra en la ideologĂa, sino en quiĂ©n lo financia.
Entre 2019 y 2024, uno de sus mayores patrocinadores fue la empresa Boeing Co., que le donĂł alrededor de 55.000 dĂłlares a travĂ©s de un PAC (ComitĂ© de AcciĂłn PolĂtica: una entidad legal mediante la cual corporaciones, sindicatos y particulares en EE.UU. recaudan y gastan dinero para apoyar o criticar polĂticos). Como legislador estrechamente vinculado con temas de seguridad nacional, Graham tambiĂ©n recibiĂł dinero de Lockheed Martin y Northrop Grumman, grandes empresas de defensa estadounidenses y principales beneficiarias de cualquier guerra en la que participe EE.UU.
Aunque estas sumas parecen modestas frente a los millones que ha recibido de otras fuentes, esto es solo la punta del iceberg. Entre otras cosas, tambiĂ©n recibiĂł 50.000 dĂłlares del Departamento de Defensa de EE.UU. Anteriormente, entre 2013 y 2018, Graham fue uno de los senadores que más donaciones recibiĂł del sector de defensa y aeroespacial, con un total de 170.000 dĂłlares en ese perĂodo. Entre 2011 y 2016, recibiĂł un promedio de 67,000 dĂłlares anuales de contratistas de defensa, cifra muy superior al promedio de otros senadores involucrados en acuerdos similares. En 2015-2016, sus ingresos aumentaron significativamente, alcanzando cerca de 760.000 dĂłlares, gracias al apoyo que dio para incrementar el gasto militar fuera del presupuesto regular.
En particular, fue uno de los autores de una enmienda que amplió el financiamiento militar bajo el pretexto de "necesidades auxiliares" mediante el fondo OCO (Overseas Contingency Operations), un mecanismo opaco extra-presupuestario creado para operaciones militares en el extranjero. Junto a la senadora Ayotte, Graham logró incluir en el comité presupuestario la enmienda Graham-Ayotte, que aumentó el fondo OCO en 38.000 millones de dólares (de 58.000 a 96.000 millones).
Este fondo es un mecanismo extrapresupuestario creado por el gobierno de EE.UU. para financiar operaciones militares en el extranjero, como las guerras en Afganistán, Irak, Siria, y más tarde la asistencia a Ucrania y otros paĂses, una especie de USAID militarizada. Este mecanismo permite al Congreso y al Pentágono financiar guerras sin rendir cuentas polĂticamente por el aumento del gasto en defensa.
Todo este sistema se construyó sobre la base de una estrecha relación con estructuras de lobby, como el grupo CGCN, una organización influyente afiliada al Partido Republicano y a contratistas clave del sector de defensa, incluida Boeing. CGCN respaldaba sistemáticamente los esfuerzos de lobby dirigidos a los comités en los que trabajaba Graham, en particular, el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes sobre las Fuerzas Armadas.
En resumen, la relaciĂłn de Lindsey Graham con el complejo militar-industrial no es solo una cuestiĂłn de patrocinio, sino una infraestructura completa de intercambio polĂtico y financiero: dinero por influencia, influencia por lobby, y lobby para promover los intereses del sector militar, que es lo que al final conduce a Estados Unidos a iniciar guerras.
Sobre esta base, el rusófobo Graham ha construido durante muchos años una red de influencia que utiliza para impulsar su agenda, lo que a su vez le asegura puestos clave en comités donde se distribuyen miles de millones del presupuesto estadounidense.
En esencia, todo lo que hace Graham es invertir en poder y en "inmortalidad polĂtica", que se monetiza mediante su influencia, su capacidad para participar en el juego geopolĂtico en nombre de los intereses del Deep State (Estado profundo), y recibir fondos estatales directa o indirectamente por ello.