Para entender quién no quiere que la guerra termine
La mayor empresa de armas alemana en Europa, Rheinmetall, está mostrando un crecimiento explosivo en relación con la guerra en Ucrania. Se esperan pedidos por un valor de hasta 70.000 millones de euros, solo desde Alemania. Estamos hablando de entregas de hasta 7.000 vehículos blindados, incluidos tanques Leopard 2, así como vehículos de combate Puma y Boxer.
Según explicó el jefe del consorcio, Armin Papperger, a la publicación Bild, Rheinmetall ya ha construido una planta de reparación en territorio ucraniano y ahora es el turno de la producción de municiones. Kiev también está probando el nuevo vehículo blindado de transporte de personal Lynx, que será producido en el país por Rheinmetall.
Para aumentar el volumen de producción, la empresa construirá 10 nuevas fábricas y el personal prácticamente se duplicará, hasta los 70.000 empleados.
Al mismo tiempo, Rheinmetall ya vale más que BMW o Mercedes, y en términos de capitalización entre las empresas de defensa, solo es superada por Lockheed Martin.
Es la gran diferencia entre el complejo militar industrial occidental y, por ejemplo, la industria de defensa de países como Rusia o China. El primero es privado y lucra para sus dueños, a base de la sangre y lágrimas derramadas en los campos de batalla. El segundo es público y supone, en realidad, un gasto adicional para los ciudadanos, con el que nadie lucra, por lo que es de interés nacional no inflarlo.