Ya hace semanas de la destrucción de este satélite espía que según el Pentágono representaba una amenaza muy seria (si hubiera tenido 4 veces el peso así como el Skylab) debido al combustible muy toxico, se rumoraba que podría haber contenido celdas de uranio u otro material radioactivo ya que en observaciones no se distinguían paneles solares.
Este incidente le sirvió al Pentágono para probar la efectividad del SM-3 para ser usado en el escudo Antimisiles, fue el pretexto perfecto para que el Imperio se oponga nuevamente a la discutir un tratado de
Como lo habia planteado en artículos anteriores el precedente del Escudo Antimisiles es pólvora que encenderá la mecha de una nueva carrera armamentista mundial, China ya probo sus armas antisatelites en enero de 2007, Rusia solo necesita reactivar su programa, tal vez el futuro nos de un espacio militarizado….