La administración Obama, los medios de comunicación y los títeres pakistaníes de Washington están tratando de manipular la indignación provocada por el intento de asesinato de la colegiala de 14 años, Malala Yousafzai, para legitimar la intensificación de las operaciones militares imperialistas en Afganistán y Pakistán. Yousafzai se hizo ya popular cuando, a la edad de once años, escribió un blog para la BBC en su servicio en urdu denunciando la supresión, por parte de los talibanes de Pakistán, de la escolaridad de las niñas durante el período de la primavera y verano de 2009, cuando tuvieron bajo control el lugar en el que ella había nacido, el Valle de Swat. El 9 de octubre, miembros del Tehreek-e-Nafaz-e-Shariat-e-Mohammadi, uno de los grupos que componen la diversidad de aliados de los talibanes pakistaníes, le tendieron una emboscada a la furgoneta en la que volvía del colegio a casa. Otras dos estudiantes resultaron heridas en el ataque. Yousafzai, que dura