Después de la invasión y destrucción del Líbano por parte de Israel con el pretexto del rescate de un soldado, la ONU declaro que Israel debe pagar a Líbano $1000 millones de dolares por daños de su guerra Ilegal (auspiciada y con visto bueno de Estados Unidos), el peor daño fue la destrucción de un refinería de petroleo que derramo 110,000 barriles en la costa del país y se extiendo en gran parte de los vecinos de la zona.
Israel es un renegado mundial que no obedece ninguna ley y menos obedecerá esta con la protección del veto de su protector USA.
Para Israel esa guerra fue una derrota de su ejercito ya que no pudo destruir a Hezbolla ni encontrar al supuesto soldado secuestrado.