Controla
el petróleo y controlarás las naciones”, dijo el secretario de Estado
de EE.UU. Henry Kissinger en los años setenta. “Controla los alimentos y
controlarás a la gente”.
El
control global de los alimentos ya casi ha sido logrado por Monsanto y
otras transnacionales, introduciendo sus semillas OGM (genéticamente
modificadas), las cuales no se pueden reproducir y los agricultores año
tras año tienen que comprar a las empresas las semillas para la
siguiente cosecha, adicional que los daños para la salud del humano aún
no están bien establecidos.
Otro
peligro de esta nueva industria es el Glifosato producido por Monsanto
su producto estrella que es un herbicida que mata toda planta y
solamente deja vivas a las plantas de semillas OGM, y este herbicida ya
ido reemplazando a los otros con base en dioxina, pero la sustancias
inertes son causante de muerte de células humanas y estas sustancias se
quedan en las plantas resistentes.
El
uso de Glifosato y semillas OGM ha hecho que USA gaste el doble en
atención sanitarias más que los demás países desarrollados, el 76% de
los alimentos en supermercados de ese país son OGM.
Otro
problema que ha causado el glifosato es el aumento de la obesidad en
Estados unidos ya que la gente tiene que comer más y más para obtener
sus minerales que las células afectadas por el producto impiden en su
organismo. Más de 40 enfermedades han sido vinculadas al uso de
glifosato, y más siguen apareciendo.
Todavía
en 26 otros países –incluidos Suiza, Australia, Austria, China, India,
Francia, Alemania, Hungría, Luxemburgo, Grecia, Bulgaria, Polonia,
Italia, México y Rusia– los OGM han sido total o parcialmente
prohibidos; y en unos sesenta otros países hay restricciones
significativas de los OGM.
Otros países han tenido que elevar sus niveles permitidos de glifosato por 50 veces para permitir la entrada de los productos.
Sobre
esto de permitir alimentos dañinos un autor declara en el libro Seeds
of Destruction: The Hidden Agenda of Genetic Manipulation, publicado en
2007, William Engdahl que esto es un plan de Estados Unidos para
despoblar el mundo y seguir con su dominación global ahora del alimento,
incluso entre su población se permite que la FDA no investigue el
alimento OGM y hace que las compañías lo hagan por su cuenta.
Rusia condujo experimentos en su ganado alimentándolo con soya OGM y descubrió que la tercera generación era infértil.