Este
proyecto de la US Navy que ya alcanza costo de 1,000 millones de dólares podría
ser cancelado o repensando dado tantas necesidades que se quieren entre
ataque y vigilancia, y el contratista ha declarado que se
debe dar prioridad a una u otro y no se pueden ambas.
Dado
el avanzado diseño los 4 contratistas (Boeing, General Atomics, Lockheed
Martin y Northrop Grumman) trabajan en el proyecto cada uno en
versiones con capacidades diferentes, y al final la US Navy
decidirá con cual se queda, para empezar a operarlos en 2022 en sus
portaaviones.