En
junio 2015 se descubrió que la localidad siberiana de Jabárovsk estaba
arrendado por 49 años 115,000 hectáreas de tierra para que los chinos
plantaran diversas cosechas, y entonces se descubrió que Rusia
ha estado cediendo territorios a los chinos lo más que se ha cedido en
150 años de historia, empezando desde 1991.
En el
periodo posterior a la URSS de 1991 a 1998 cedió cerca de 600 islas en
los ríos Amur y Ussuri, además de otros 10 kilómetros cuadrados en
Tierra.
Y en
2005 traspasó a China la isla Tarabárov (Yinlongdao en Chino), la mitad de
Bolshoy Ussuriysky (Heixiazi) y Bolshoy Ostrov (Abagaitu), en total 337
kilómetros cuadrados.
Expertos
Rusos como Boris Tkachenko opinan que el estar cediéndole terrenos a
China no ayuda en nada ya que solamente buscan los recursos naturales y
“cuando hayan drenado todo, perderán el interés en nosotros”.