Luego de un reunión en Estonia el pasado 18 de diciembre los países bálticos Estonia, Letonia y Lituania están de acuerdo en apoyar el proyecto del gasoducto Nord Stream 2, un giro de 360 grados a su total oposición al proyecto, todo indica que se debe a la fallida estrategia del gas LNG que cuesta casi el doble que el gas natural.