Washington a capa y espada defiende y sanciona a la misma UE para “proteger su independencia energética” del oso malvado Ruso, pero en su propia realidad se hace de la vista gorda en las compras de petróleo Ruso que siguen en aumento, ya desde el año pasado supero a Arabia Saudita promediando envió de 538,000 barriles diarios, ubicándose como tercer proveedor.