🇬🇪Georgia retira el proyecto de ley que desató las protestas masivas
El Parlamento de Georgia había aprobado por mayoría una ley de agentes extranjeros que proponía que las organizaciones sin fines de lucro y los medios de información tengan estatus de agentes de influencia extranjera si más del 20 % de sus ingresos provienen del extranjero.
🪧El proyecto despertó manifestaciones de rechazo multitudinarias que algunos medios occidentales instrumentalizaron al definirlas como "antirrusas y proeuropeas", pese a que EE.UU. también tiene una ley de agentes extranjeros desde hace más de 80 años. En las protestas se vieron banderas ucranianas y proclamas a favor de entrar en la UE, y hubo detenciones y enfrentamientos entre la Policía y los manifestantes, algunos de los cuales trataron de irrumpir en el Parlamento.
👋La presidenta de Georgia, Salomé Zurabishvili, apoyó las manifestaciones... desde EE.UU.
🇪🇺El jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, amenazó a Georgia con no dejarla entrar en el bloque comunitario si seguía adelante con el proyecto de ley: "Esta ley es incompatible con los valores y normas de la UE. Va en contra del objetivo declarado de Georgia de adherirse a la Unión Europea, apoyado por una gran mayoría de ciudadanos georgianos. Su adopción final puede tener graves repercusiones en nuestras relaciones".
🤥La Administración Biden se sumó a las críticas contra el proyecto de ley de Georgia, pese a que, como ya dijimos más arriba, su país también la tiene, y con más restricciones: la Ley de Registro de Agentes Extranjeros de EE.UU. (FARA) se aprobó en 1938 y establece como agente extranjero no solo a medios de información y a ONG, sino también a personas jurídicas y físicas. Las infracciones, como retrasar el registro o rechazarlo, contemplan sanciones tanto administrativas como penales, incluyendo penas de cárcel de hasta 5 años.
❌El Parlamento de Georgia terminó retirando temporalmente el proyecto de ley debido a las presiones: "La maquinaria de la mentira ha conseguido presentar el proyecto de ley bajo una luz negativa y engañar a cierta parte de la población […]. El proyecto de ley ha sido calificado falsamente de 'ley rusa' y su aprobación en primera lectura se ha presentado a los ojos de una parte de la opinión pública como una desviación del rumbo europeo".
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