Durante varias redadas efectuadas el 8 y 9 de agosto en Crimea el servicio de seguridad federal (FSB sucesor de la KGB) detuvo a varios ucranios y ciudadanos rusos implicados en atacar áreas sensibles de la infraestructura, encontrando 20 artefactos explosivos, 1 de los oficiales rusos murió durante la operación