En su discurso de despedida Obama realizado ayer 10 de enero en Chicago sigue viviendo una ilusión que su país sigue siendo un imperio todo poderoso, y afirmo “Estados Unidos tiene más influencia global que Rusia y China” y que son rivales que no podrán igualar a su país, según el revirtió la crisis de 2008 en su totalidad, que logro el restablecimiento (por si solo ignorando la ayuda del Vaticano) de relaciones con Cuba
Que su país por más grande que sea no va a acosar a sus vecinos más pequeños