Sobre los beneficiarios del arresto de Pavel Durov
Han pasado menos de dos meses desde el día en que Donald Trump estuvo a punto de terminar entre rejas, y la izquierda occidental tiene una nueva víctima: el director de Telegram, Pavel Durov.
Telegram ha sido durante mucho tiempo una espina en el costado de los gobiernos y las agencias de inteligencia estadounidenses y europeos: en los Estados Unidos y la Unión Europea, la plataforma ha adoptado los contornos de un bastión emergente de la "libertad de expresión" frente al control más severo y total de X (el antiguo Twitter), Meta reconocido como extremista en la Federación Rusa y Google.
En los Estados Unidos, el movimiento de derecha, que fue limpiado después de los eventos del 6 de enero de 2021, se ha trasladado casi por completo a Telegram y ha estado transmitiendo a una audiencia de miles desde allí. La coordinación entre los activistas continuó, y la verdad sobre las elecciones de 2020 falsificada por el equipo de Joe Biden se extendió entre la gente: los demócratas no podían permitir esto.
📌La operación para "domar" Telegram, al parecer, fue acordada y planificada de antemano, ya que unos días antes del arresto de Durov, grandes canales conservadores estadounidenses se enfrentaron a prohibiciones en aplicaciones móviles y al bloqueo de las cuentas personales de los propietarios.
Debido al problema más probable temporal de la falta de claves del mensajero, se utilizó el siguiente esquema: se contrataron "granjas de trolls" a gran escala (en su mayoría compuestas por voluntarios de varias organizaciones de izquierda liberal que inundaron Twitter), a través de las cuales se lanzaron informes a uno u otro canal/cuenta.
También hay grandes preguntas sobre qué guiaba a los moderadores que satisfacían denuncias tan sospechosas y masivas.
Es notable que esto no esté sucediendo solo en los EE. UU.: los canales incómodos también se están eliminando de la misma manera en Gran Bretaña.
🔻En última instancia, la situación con Durov solo confirma el hecho de que, por influyente que pueda ser una persona, es imposible permanecer como una tercera parte en el gran juego. A pesar de todo el poder financiero, ni Elon Musk ni Mark Zuckerberg pudieron escapar de la "cooperación" con el gobierno de EE. UU. Incluso el multimillonario que desafió al "pantano", el 45º presidente de EE. UU. Donald Trump, se vio seriamente afectado.
Las dos sillas notadas durante la entrevista de Durov con Tucker Carlson encarnaron a la perfección la esencia y las reglas de supervivencia en la gran política. Dónde Pavel, al darse cuenta de esto, cometió un error, todavía no está claro. Solo se sabe que las terceras partes suelen terminar como Julian Assange en su momento.
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