Además de los secuestros ocurridos a sus trabajadores en Chiapas, desde mayo en la Cuenca de Burgos al norte de México entre los estados de Tamaulipas y Nuevo Leon se encuentra la Cuenca de Burgos (gran deposito de Gas) donde se tuvieron que detener los trabajos de extracción debido a ataques y robos del Narco llegando a perderse un máximo de 200 millones de pies cúbicos diarios equivalente al 1% de las producción nacional o 160,000 dólares diarios.
PEMEX indica que ya no tiene instalaciones tomadas por el crimen organizado en la región gracias a la acción del Ejercito, sino que ahora tiene instalaciones cerradas debido al peligro de secuestro de trabajadores.