El grupo bancario BBVA Bancomer dio a conocer un estudio que si la crisis europea se profundiza la depreciación del peso podría ser más agresiva, ya que propiciaría la salida de los flujos de inversión extranjera para buscar otros “cabos” más seguros en este caso los bonos del Tesoro.
Lamentablemente el peso esta muy atado a la economía gringa, a pesar que se pudieran concretar reformas para contar con motores de crecimiento propio, la dependencia seria difícil de dejar atrás.
Lo único raro es como Agustín Carstens, gobernador del Banco de México decía en septiembre que en 2 meses el peso se recuperaría que esto “era otro catarrito” y nada el peso sigue devaluándose