El
11 de septiembre no solamente es un aniversario de los atentados en
Nueva York, sino también del golpe de Estado en Chile contra la
Democracia y el cual la CIA estuvo al tanto de todo movimiento realizado
por el General Pinochet.
En
aquel entonces cuando Salvador Allende gano la elección de manera
democrática, Henry Kissinger, asesor de Seguridad Nacional del entonces
presidente Richard Nixon, le comento que USA no se podía quedar quieto y
observar como un país de su patio trasero se volvía comunista por la
“irresponsabilidad de su pueblo”.
Washington
apoyo y colaboro en los 17 años de represión del General en Chile, esto
lo demuestran documentos desclasificados de la National Security
Archive, en 1970, el subdirector de la CIA para planeación escribió: “es
política firme y continua que Allende sea derrocado por un golpe… Es
imperativo que estas acciones sean implementadas de manera clandestina y
segura para que la mano del gobierno de Estados Unidos… quede bien
oculta”.
Estados
Unidos a pesar de esos documentos no reconoce el apoyo directo de sus
agencias de inteligencia, incluso sigue albergando como ciudadano a
Pedro Barrientos un alto oficial encargado de asesinar a opositores del
régimen