Otro gran reporte de Lydia Cacho, al descubrir otro Junior Priista abusando y viviendo como Jeque a costa del Estado..
Nadie
le conocía fuera de Cozumel, era un chico regordete presuntuoso por ser
sobrino del gobernador de Quintana Roo. Nació en 1979 y a su padre
Roberto Borge Martín lo encarcelaron por cometer fraude fiscal. Rubén,
un compañero que estudió administración de empresas en el Tec de
Monterrey con Beto Borge Jr., asegura que el joven le dijo que él sería
gobernador, que sería el más poderoso priísta de México. A los 23 años
Roberto Borge fue contratado por el gobernador González Canto para
foguearse como su secretario particular, más tarde como tesorero general
del estado y después oficial mayor. En 2009 fue nombrado diputado del
PRI. La idea era ponerlo en la mira pública como precampaña electoral.
Dejó la diputación en menos de ocho meses; pero antes, su boda fue
pagada con recursos del erario.
Los
correos electrónicos publicados hace años demuestran cómo el gobernador
Félix González erogó tres millones de pesos de dinero estatal para la
fiesta con 900 invitados. Con 33 años Borge se convirtió en gobernador.
A los diez meses de asumir la gubernatura pagó con recursos públicos
once millones y medio de pesos para liberar los gravámenes que el
Registro Público de la Propiedad tenía sobre su padre.
El
joven creó en seis meses un ambiente de terror entre sus colaboradores;
utilizó a noventa elementos policíacos para buscar a su perro Simón y
lanzó una amenaza a quien tuviera al can. Ha pasado más de una tercera
parte de su mandato fuera del país en viajes de placer, utilizando la
empresa de jets privados subsanada con recursos públicos. A
todas partes viaja con su compañera Gabriela Medrano, la joven diputada
federal de partido Verde quien sin experiencia política alguna (como su
gobernador) ha operado la entrada de la empresa china Dragon Mart, bajo
argumentos insostenibles y falaces. Borge es líder de esta nueva
generación de priístas jóvenes, ambiciosos, fascinados con la vida de
lujo que el poder público les confiere; ellos intentan ocultar sus
grandes limitaciones intelectuales y políticas ejerciendo violencia.
“Botarga puño de hierro” le llama un priísta ex colaborador que trabajó a
su lado durante cuatro meses. Fue Borge quien prometió a Peña Nieto que
el tricolor recuperaría el estado en 2013 (durante años el PRD gobernó
el norte del estado, la zona más rica y productiva).
Y
sí, el PRI ganó las elecciones creando un sofisticado sistema
financiero paralelo. Borge llevó a cabo uno de los más grandes desvíos
de recursos de bienestar social de la historia de Quintana Roo. Desfalcó
al DIF y al Instituto Quintanarroense de las Mujeres (IQM). Instancias
que reciben recursos de coinversión federal, estatal y municipal. Desvió
dinero del Fonden, Sedesol y del PAYMEF para la compra de votos. Las
quiebras resultados de esos desvíos comienzan a evidenciarse.
Recientemente ordenó el cierre de las oficinas del Instituto. Exigió a
quienes laboraban en el IQM que firmaran su renuncia. Las que se
intentaron rebelarse aduciendo que el presupuesto del IQM estaba
etiquetado y debe resarcirse, fueron amenazadas advirtiendo que el
gobernador ha dicho que “quien se rebele se enfrentará a las
consecuencias y al PRI”. Quedan abiertas solo tres oficinas: Cancún,
Chetumal y Cozumel. Cerraron José María Morelos y Carrillo Puerto (zona
Maya), Playa del Carmen e Isla Mujeres. El IQM tiene un presupuesto de
6.5 millones de pesos, los cuales fueron desviados para adquirir voto
forzado de las usuarias. He documentado que a cada delegada del IQM le
exigieron asegurar 100 votos obligados con credenciales (IFE).
Ahora
firmaron sin liquidación por razones de quiebra económica. Los seis y
medio millones de pesos del IQM se desviaron al IAPQROO. En lugar de
contratar directamente a especialistas en temas de género, estudios
sobre salud, violencia y política pública el IAPQROO contrata
externamente por el 40% del monto reportado, con lo que 60% del recurso
se deriva, forzando a las mujeres a trabajar el triple por menos sueldo.
Todo se hizo con transferencias virtuales para entregar el recurso al
PRI; el 60% de los sueldos terminaron en la campaña. Una experta define
acertadamente esta práctica explotadora como padrotaje de Estado. Borge
gastó 3 millones de pesos para remodelar su palco en el estadio de
beisbol (la mitad del presupuesto anual del Instituto de las Mujeres).
Quintana Roo no está quebrado, se creó un sistema paralelo de finanzas
que escapa al escrutinio público, pero no a la investigación
periodística.