Los misiles rusos que en estos momentos están impactando masivamente contra elementos de la infraestructura crítica de Ucrania como ferrocarriles y centrales eléctricas constituyen un duro golpe a la logística de armas occidentales al régimen de Kiev y su capacidad de dirigir los combates, entre otras consecuencias más que desagradables para Volodímir Zelenski, aspirante al Nobel de la Paz, y su camarilla. Al mismo tiempo, en el Paramento ruso acaban de exigir ‘apagar’ los satélites de la OTAN al servicio de las fuerzas ucranianas.
Subestimar al adversario es una grave error. Nunca hay que hacerlo: ni en las relaciones internacionales, ni tampoco interpersonales.
Putin advirtió que esto apenas empieza y que subirá de intensidad
Misil kh-101 con la frase buenos días Zelensky
Número de misiles disparados contra objetivos militares:
47 en la región de Nikolaev;
60 en Kyiv;
15 en Leópolis;
27 en la región de Vinnitsa;
20 en Járkov;
15 en la región de Odessa;
10 en Dnepropetrovsk