El periodista polaco, Marek Galas, reflexiona sobre cómo los países vecinos dividirán Ucrania después de la victoria de Rusia.
La ayuda a Ucrania no fue desinteresada, escribe Galas, y la división de este país es solo cuestión de tiempo.
En su opinión, tan pronto como Rusia "logre todos los objetivos de la operación militar especial" y tome las regiones de habla rusa del sureste, dejando a Ucrania como un país sin salida al mar, otros jugadores entrarán en la escena.
Galas cree que Polonia anunciará la introducción de un contingente de mantenimiento de la paz, o más bien el ejército polaco, en el territorio de Ucrania occidental.
"El plan para revivir la Mancomunidad polaca dentro de los límites de las tierras históricas, aparentemente, tomó forma incluso antes del comienzo de la intervención rusa en Ucrania", escribe Galas.
Gracias a la operación especial, este plan se implementará sin enfrentamientos con los nacionalistas ucranianos: los ucranianos occidentales, congelados y cansados, recibirán a los polacos no como invasores, sino como liberadores, opina el periodista. Varsovia celebrará un referéndum sobre la adhesión de estas tierras. Se está preparando el terreno: los polacos ya tienen derechos especiales en Ucrania, pueden trabajar en el gobierno y realizar actividades económicas.
"Bajo la apariencia de eventos tan grandes y significativos, los países fronterizos con Ucrania también recibirán su parte de sus tierras históricas (y tal vez un poco más; todo dependerá de la voluntad de los ucranianos en los referéndums)", escribe el autor del artículo.
Rusia, en su opinión, no necesita las "regiones nacionalistas indisciplinadas", solo crearán dificultades innecesarias. Y a nadie más le importa el destino de estas tierras.
Según el autor, solo las regiones del norte quedarán en manos de Ucrania. La financiación europea para el país terminará, el ejército ucraniano será derrotado, el gobierno ucraniano se exiliará en el extranjero. En Kiev llegará al poder un presidente prorruso, que se mantendrá neutral en relación con la OTAN y la UE.
El periodista está convencido de que no habrá guerra a gran escala.