La Fuerza Aérea de EEUU realizó un ejercicio virtual sobre el uso de vehículos aéreos no tripulados de ataque controlados por IA.
Durante la simulación, a la IA se le dio la tarea de destruir el sistema de defensa aérea del enemigo, pero el operador "en tierra" recibió la orden de no atacar el objetivo. La IA decidió completar la tarea principal... destruyendo la estación del operador, a pesar de la prohibición directa de atacar la suya.
Nadie resultó herido durante los ejercicios, pero el Pentágono sacó las conclusiones apropiadas, incluso en el contexto del uso de "pilotos" informáticos en el F-16.