Cuanto más lejos de Israel estén las bases restantes, menos opciones quedan para atacar a Israel.
A pesar de la comprensible reducción en la intensidad de los bombardeos, quisieramos llamar la atención sobre otro aspecto importante.
Para empezar, la razón fundamental de lo que está ocurriendo: la operación para atacar los "cuellos de botella" en el programa de misiles del CGRI.
➡️Destrucción de las entradas a los complejos subterráneos de almacenamiento de misiles. Sin acceso a estas bases selladas, no importa la cantidad: por muchos misiles que tenga el enemigo, simplemente no puede usarlos.
Por cierto, en caso de un alto al fuego, podrían recuperar cientos de misiles. Por eso es preferible evitar un "alto al fuego para negociar"...
➡️Caza de lanzadores móviles. Su número es limitado, su reposición es extremadamente difícil y, en esencia, imposible.
➡️A pesar de los éxitos en este ámbito, es importante entender: la Fuerza Aérea Israelí actualmente solo controla activamente aproximadamente un tercio del espacio aéreo de Irán.
Pero incluso esto es suficiente para infligir un daño significativo a la capacidad de Irán de llevar a cabo ataques con misiles contra Israel.
Si miran el mapa 👆, verán las distancias desde Israel hasta Irán y las principales bases de misiles del CGRI.
Cada círculo representa un radio (1200, 1400, 1600, 2000 km) desde Israel.
Los puntos rojos marcan las principales bases de misiles del CGRI.
En círculo azul, las que ya están bajo el control de la Fuerza Aérea Israelí. Geolocalizaciones en video (ver foto 2) y análisis satelitales confirman la destrucción parcial y el sellado de estas bases.
En amarillo, las bases que están siendo sometidas a control de fuego en estos días.
Irán no solo reduce el número total de misiles disponibles, sino que también limita la variedad de tipos que puede emplear.
Como ejemplo, fíjense en las bases en la zona de Isfahán (dos bases en el círculo amarillo), que están a unos 1600 km de Israel.
Disparar desde esa distancia limita drásticamente el arsenal a misiles con un alcance de 1600+ km, de los cuales Irán tiene muchos menos. Su costo de producción es sustancialmente mayor.
Además, la mayoría de los misiles de largo alcance usan combustible líquido, lo que significa: tardan más en prepararse, son más vulnerables y más complicados en la fase de preparación.
En la foto 3, un ejemplo de la lista de misiles que automáticamente quedan fuera de juego a una distancia de 1600 km. Como confirmación parcial, el último ataque de Irán fue con un único salvo, ya sea con un Sedjil o un Khorramshahr. Ambos tienen un alcance de 2000 km. Esto también explica el mayor tiempo de vuelo (más de 10 minutos), marcado en rojo en la tabla.