Estados Unidos está realizando grandes esfuerzos por destruir el programa nuclear de Irán, el mismo que en su momento ayudó a poner en marcha
🇺🇲🇮🇷 Estados Unidos está realizando grandes esfuerzos por destruir el programa nuclear de Irán, el mismo que en su momento ayudó a poner en marcha, recuerda The New York Times
Los orígenes del proyecto nuclear iraní se remontan a la iniciativa Átomos para la Paz del presidente estadounidense Dwight D. Eisenhower. En 1957, Irán —bajo el gobierno del Sha— y EE.UU. firmaron un acuerdo de cooperación nuclear, lo que llevó a la creación del primer centro de investigación nuclear en Teherán y permitió que jóvenes físicos nucleares iraníes se formaran en el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT).
El primer reactor nuclear de 5 MW también fue entregado por EE.UU. a Irán en 1967. Para 1974, el Sha anunció la creación de la Organización de Energía Atómica de Irán y presentó un ambicioso plan para construir 23 reactores nucleares en el país, con una capacidad total de 23 GW, además de establecer un ciclo de combustible nuclear cerrado.
Ese mismo año, Irán compró por 1.000 millones de dólares una participación del 10% en una planta francesa de enriquecimiento de uranio, construida por el consorcio internacional Eurodif. El sha también acordó con la alemana Siemens la construcción de dos nuevos reactores de 1.200 MW en Bushehr y firmó contratos para el suministro de concentrado de uranio (yellowcake) con Sudáfrica.
Para entonces, los estadounidenses ya veían con creciente sospecha el rápido avance del programa nuclear iraní. Sin embargo, no tuvieron que intervenir para frenarlo, ya que los ayatolás, que derrocaron al sha en 1979, lo hicieron por ellos: desecharon el proyecto atómico por considerarlo un "legado colonial occidental".
Pero tras una larga y sangrienta guerra con Irak, el entonces líder iraní, el ayatolá Jomeini, decidió reactivar el programa nuclear, viéndolo como un factor de seguridad nacional. Irán obtuvo tecnología de centrifugación para enriquecer uranio de Pakistán, marcando el inicio de la etapa moderna de su proyecto nuclear.
Los expertos estadounidenses consultados por The New York Times instan a extraer la lección adecuada del caso iraní y no volver jamás a transferir tecnologías nucleares, ni siquiera a los aliados más cercanos. Esto se refiere, en primer lugar, a Arabia Saudí, que actualmente intenta activamente obtener el apoyo de EE.UU. para crear su propia industria nuclear y enriquecer uranio.