Un artículo de la Realidad del Carnal Ebrad y Dorian Alias “Peña Nieto”.
Juan Federico Arriola // ¿Harry Potter (Marcelo Ebrard) o Dorian Gray (Enrique Peña)?
A los sinodales de mi examen doctoral en Derecho en la Universidad Panamericana, hace 18 años, los juristas Héctor Fix Zamudio, Rafael Márquez Piñero, Miguel Ángel Ochoa, Luis Díaz Müller y Jaime del Arenal.
Marcelo Ebrard tiene un gran parecido con Harry Potter. Ebrard fue declarado el mejor alcalde del mundo, cuestión muy importante si se toma en cuenta que la Ciudad de México es una de las ciudades más grandes y conflictivas del planeta Tierra. Pero la magia de Ebrard tiene que enfrentarse a dos problemas. En primer lugar, la maldición o hechizo histórico que consiste en que toda persona que ha gobernado la Ciudad de México en la época independiente y que ha intentado ser presidente de la República no llega al poder. La lista es cada vez más larga: Francisco Serrano, Casas Alemán, Ernesto P. Uruchurtu, Ramón Aguirre, Manuel Camacho, Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador. Hank tenía impedimento constitucional; Corona del Rosal no tenía impedimento constitucional, pero no era bien visto al ser militar, y el caso patético de Óscar Espinosa, el peor de todos, no merece comentario adicional. El segundo problema de Ebrard es López Obrador. Si el tabasqueño tuviese la magnanimidad y la visión política de Heberto Castillo, si tuviese pasta de estadista, la suerte del actual jefe de Gobierno sería distinta. Octavio Paz dijo hace mucho tiempo que la izquierda era débil y que por esa razón está dividida. La izquierda en México no es democrática, es caudillista, y López Obrador en su obsesión por el poder romperá en mil pedazos la carrera de Ebrard si lo requiere para sus aspiraciones personalísimas. López Obrador no tiene fuerza moral para acusar al resto de los partidos y a los gobiernos del PAN y del PRI de corruptos, cuando varios de sus colaboradores incluso han estado en la cárcel por cometer delitos que han merecido privación de la libertad. La imposición antidemocrática para que la señora Brugada llegase como titular a la Delegación Iztapalapa no se olvida. ¿Cómo le paga el favor la Brugada a López Obrador? ¿Ella financia al movimiento Morena, que tiene un ligero acentito guadalupano? Ebrard se parece a Potter, pero también tiene el demonio de la división entre sus colaboradores... ¿Qué hará Ebrard para vencer a López Obrador y a la vez impedir una fractura más de la izquierda no democrática mexicana? Enrique Peña tiene otra historia. No tiene el oficio político (¿qué puestos ocupó de importancia el joven priista?) ni la carrera de Ebrard y tampoco es el mejor dentro del PRI. Sus ansias de poder lo hacen ya lucir como un autócrata que convoca reuniones de acarreados, promete puestos y gasta un dineral en promover su imagen de niño bueno y bonito. Es todo un Dorian Gray, pero la historia de su partido es un recorrido de construcción de instituciones y de corrupción a gran escala. El regreso de la señora Gordillo al PRI es una muy mala noticia para el país: el PRI retro viene con todo, incluso a tomar la bandera de la legitimidad electoral. Quien se coaligue con el partido de la Gordillo se desprestigiará más, aunque gane electoralmente. Por cierto, es de pésima educación saquear a las instituciones públicas y exigir puestos públicos a cambio de tratar a los maestros como borregos (otra herencia maldita del PRI).
¿Qué pasaría si el PRI gana la presidencia y la mayoría de las dos cámaras legislativas federales? Si a esto le agregamos que el PRI tendrá mayoría de gobernadores en 2012, aproximadamente 20 de 32, el sistema se reciclará con agua contaminada, pero aparentemente potable. ¿Qué podemos argumentar entonces? Si Peña resulta jefe de Estado y de Gobierno el próximo año con mayorías legislativas en el Senado y Cámara de Diputados, el autoritarismo más retrógada y corrupto acabará con las escasas instituciones democráticas que hay en el país: una larga noche vendrá para más de 115 millones de habitantes. Ni toda el agua bendita de una prelatura será suficiente para limpiar el desastre moral y político que se avecina, mayor al que vivimos actualmente. ¿Dónde está el cuadro de Dorian Gray? ¿Quizá en avenida Insurgentes Centro, o quizá en una residencia del Pedregal de San Ángel o en un latifundio de Toluca? No creo que esté en Suiza, donde duermen varias fortunas de mexicanos corruptos y saqueadores