Otro articulo sobre el cambio de
“apartidista” del movimiento estudiantil, y como el gobierno del
Carnal Ebrad hasta los cuido con policías, mientras otra
manifestación en contra de su magna obra “súper via”
fue reprimida con granaderos…
Sergio Sarmiento // Jaque Mate
Da ternura ver a
los activistas del #YoSoy132 bloqueando Televisa Chapultepec con un cerco
humano que pretende impedir la transmisión de la inauguración de
los Juegos Olímpicos de Londres. Al parecer en la escuela de comunicación
de la Ibero se imparte ideología pero no un conocimiento elemental de la
tecnología actual de telecomunicaciones. Los participantes del cerco,
sin embargo, se enorgullecen de su esfuerzo y declaran la acción
“Un éxito rotundo”. La razón es que el bloqueo se
convierte en una fiesta, en un happening con música de rock. La
propuesta de mantener el cerco otras 24 horas es, sin embargo, desechada. No
quieren al parecer los del #YoSoy132 empalagarse con el éxito. Los
organizadores afirman que han reunido a 10 mil personas en su cerco.
¿Son muchos? Todo depende. Un punto de rating representa cerca de un
millón de personas; y la ceremonia olímpica, que se difunde sin
problemas por Televisa y otros medios, reúne muchos puntos. Incluso La
Jornada, el diario que más apoya a Andrés Manuel López
Obrador y al #YoSoy132, dedica su primera plana del sábado 28 de julio a
la inauguración olímpica con
una fotografía del puente de Londres enmarcado por fuegos de artificio.
La cabeza “¡Hey Jude!” hace referencia a la
participación de Paul McCartney en la inauguración y no al
concierto de Dr. Río de la Loza. El fin de semana la atención se
vuelca inevitablemente a los Olímpicos. El sábado en la
mañana millones de mexicanos ven, quizá por primera vez, una
competición de tiro con arco en que el equipo masculino nacional se bate
con Italia y Corea del sur para acabar en cuarto lugar. La selección de
futbol y el equipo femenino de tiro con arco concentran la atención el
domingo.
El gobierno
perredista del Distrito Federal apoya al #YoSoy132 con cortes a la
circulación desde el jueves por la tarde. Los propios participantes en
el cerco se quejan de que no son ellos sino la policía la que impide el
tránsito. Las tiendas de campaña, empero, se colocan sobre el
arroyo vehicular. Los participantes tienen conatos de golpes con peatones que
tratan de ingresar a la zona. “Pagaron justos por pecadores -sentencia
una crónica de La Jornada-, como el taquero que quería llegar a
abrir su negocio. “A ver tu credencial”, exigió uno del
cordón de seguridad, tomándose muy a pecho su papel. El
interpelado reviró: “¿cómo credencial de una
taquería”?”. No sólo los taqueros se inconforman.
Cientos de trabajadores de la zona se quejan del cerco que les impide llegar a
sus trabajos y despotrican en contra de López Obrador y del #YoSoy132.
La experiencia del 2006, cuando la izquierda acumuló puntos negativos
por haber bloqueado Reforma y desplomado la actividad económica de la
zona durante seis semanas, parece haberse olvidado. López Obrador, el de la república
amorosa, no encabeza en esta ocasión el bloqueo, pero sí tiene
gente que le hace el trabajo sucio. La doble moral del gobierno
del Distrito Federal se vuelve una vez más evidente. A los del #YoSoy132
los apoya con cientos de policías y cortes a la circulación. En
la madrugada del domingo 29, en cambio, utiliza granaderos para desalojar un
bloqueo en la glorieta de las Quinceañeras de San Jerónimo que
trata de detener las obras de la Supervía. Todas las protestas son
iguales, pero algunas son más iguales que las otras. Al final el
éxito del cerco resulta cuando menos curioso. La transmisión por
televisión de la inauguración olímpica se realiza sin
problemas. El #YoSoy132 acumula
cuestionamientos al afectar directamente a los ciudadanos, incluso a aquellos
que votaron por su candidato López Obrador. La atención de la
gente se concentra en los Juegos Olímpicos. La vida sigue su curso a
pesar de todo.