De los casi 8 millones de habitantes de Suiza, 1,8 millones son emigrantes.
Desde 2002 hay un flujo anual de 80,000 europeos que se instalan en Suiza
Suiza
ha visto como su población se está elevando derivado del libre tránsito
con sus vecinos Francia Y Alemania, y ya está empezando el proceso para
limitar la emigración, el pasado 9 de febrero los Suizos aprobaron un
referendo para limitar la emigración europea y regenociar todo tratado
vigente al respecto de eso con la UE.
En
Alemania esto ya ha sido calificado como una cerrazón y algo
intolerante, Madame Canciller Merkel lo califica “como un problema muy
importante”, el gobierno UE en Bruselas ya prepara represalias.
Los
llamados “frontaliers” o trabajadores de las fronteras no saben como va
a afectar esto su odisea diaria de cruzar las frontera, Suiza necesita a
esos trabajadores y aun no hay planes de como cubrirán ese faltante,
las únicas ciudades donde no gano el referéndum fue Basilea, Zurich y
Zug en donde son muy dependientes de trabajadores extranjeros.
Las
condiciones de vida en Suiza hacen que los frontaliers ganen más ahí
que en sus países un claro ejemplo son las enfermeras alemanas en el
pueblo Lörrach de ese país ganan con suerte 1500 euros y en el pueblo
vecino ganan 3200 euros o 4000 francos suizos, en junio próximo se
votara el salario mínimo de 3300 francos mensuales algo que aumentara la
emigración de otros obreros.
En
Alemania partidos de Derecha como el CSU de Baviera y el Alternative
für Deutschland empiezan a tener la idea de seguir el ejemplo Suizo.
El sector que más emplea extranjeros es el de la Salud en donde el 30% lo llenan ellos.
Este
rechazo a la emigración está abriendo brechas en la unión y agrieta la
sociedad.,, pero en especial países que quieren renegociar su contrato
del club UE ya que las exigencias están minando el nivel de vida local