Rusia
no quiere anexionarse NADA, pero “no se quedará al margen si se
comienza a perseguir a la población rusoparlante” Camarada Putin en
declaración del 4 de marzo
un sector muy minoritario de los ucranianos, se incorporó al ejército alemán ocupante, el
pueblo de Ucrania resistió heroicamente a los nazis junto con los
pueblos hermanos de la entonces Unión Soviética. En la llamada Gran
Guerra Patria contra los ocupantes alemanes se forjaron las bases de
una alianza plurinacional y de clase contra los imperialistas que
entonces querían destruir la URSS y ahora quieren colonizar con
gobiernos capitalistas locales o de las transnacionales todos los
fragmentos de la misma, empezando por Rusia.
Portada Der Spiegel “el Incendiario” quien detendrá a Putin ¿?
La
prensa occidental sigue presentando al Camarada Vladimir Putin como un
villano y renegado por todavía lo que no hace en Crimea, y por la
aparición de grupos paramilitares que se oponen a los ultraderechiste
nazis que tomaron el poder en Kiev.
Dentro
de la estrategia en Ucrania han salido muchos puntos en común de las
revoluciones de colores anteriores en Medio Oriente, y ahora aparece
otro punto en común tácticas “pacificas” utilizadas en Lituana en 1990
por Audrius Butkevicius un agente entrenado en la Institución Albert
Einstein una ONG de Estados Unidos para fomentar los valores
occidentales en países poco agraciados, Lituania fue un punto caliente
para iniciar la caída de la URSS en el Baltico, el 13 de enero de 1991
los lituanos bloquearon la televisión estatal para evitar que las tropas
de la URSS la tomaron, entonces empezaron disparos a la multitud de
francontiradores, algo que el ejército y la KGB negó que fuera de su
autoría, pero como era una lucha “democrática” nadie le creyó a Rusia,
hasta que el operativo Butkevicius comento en la revista OBZOR en el año
2000 que fueron sus hombre de su grupo paramilitar los que realizaron
los disparos.
Declarando lo siguiente:
“No
puedo justificar mi acción ante los familiares de las víctimas, pero sí
ante la historia, porque aquellos muertos infligieron un doble golpe
violento contra dos bastiones esenciales del poder soviético: el
ejército y el KGB. Así fue como los desacreditamos. Lo digo claramente: fui yo el que planeó todo lo que ocurrió. Había
trabajado bastante tiempo en la Institución Albert Einstein con el
profesor Gene Sharp, que entonces se ocupaba de lo que se definía como
“defensa civil”, en otras palabras la guerra sicológica. Sí, yo
programé la manera de poner en dificultades al ejército ruso, en una
situación tan incómoda que obligara a cada oficial ruso a avergonzarse.
Fue guerra sicológica. En aquel conflicto no habíamos podido vencer con
el uso de la fuerza, eso lo teníamos muy claro, por eso trasladé la
batalla a otro plano, el del enfrentamiento sicológico, y vencí”.
En
Ucrania sucede lo mismo solo que ahora esos agitadores están en el
poder y ya comienzan a mover las piezas para hacer un ataque violento
similar en Crimea para evitar su separación, aquí el conflicto si puede
ser más violento que lo visto en Kiev ya que el líder Proruso tiene
bandas armadas y violentas dispuestas a defender su región, y otras
cercanas a Rusia como Kharkov, o a la cuenca Donetsk, su grito “el
fascismo no pasará”.
El
punto de vista Occidental de una Rusia Imperial al estilo de lo que
hace Estados Unidos en el Mundo es irreal, y ese plan de restaurar la
URSS es una locura, Moscú no haría semejante cosa, ni siquiera está en
la mente de realizar una anexión en sus vecinos cercanos y afines como
Belarus y Kazajistán en donde también habita una gran mayoría Rusa, es
tal la locura de declaración como la del vicealmirante Igor Kabanenko
que comenta que fue tan fácil la toma de Crimea por parte de los
ejércitos Rusos que en cuestión de semanas los Rusos pueden dejar a
Ucrania sin una salida al Mar, y que la ayuda militar de la OTAN es muy
necesaria.
El
caos y la ruptura en Ucrania está en puerta y el resultado del
referéndum puede ser el detonante, algo que en Rusia se conoce como “Smuta” que se puede traducir del Ruso como “turbulenta época”, esa palabra también utilizada en la caída de la URSS.
Nadie
esta dispuesto a ceder en los intereses en juego en Ucrania, incluso la
opción de dejar al país con un estatus como el de Finlandia (imparcial)
Otro experto en geopolítica de Estados Unidos Henry Kissinger afirma que “cualquier intento de una parte de Ucrania por dominar a la otra conduce a largo plazo a una guerra civil o a una división.
Tratar a Ucrania como un capítulo de la confrontación Este/Oeste
destruirá para décadas cualquier posibilidad de integrar a Rusia y
Occidente, sobre todo a Rusia y a Europa, en un sistema internacional
cooperativo”.
A
tres días del previsto referéndum de Crimea, Ucrania denunció ayer en
la ONU una “agresión militar rusa”, mientras que Rusia aseguró que no
quiere una guerra, pero ninguno de los dos países dio muestras de que
haya un acercamiento. La nueva discusión de la crisis ucraniana en el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, con la novedad de la presencia
del primer ministro ucraniano Arseni Yatseniuk, volvió a mostrar la
enorme distancia que separa a Moscú de los demás miembros del organismo.
Yatseniuk
abrió el debate denunciando lo que llamó una “agresión militar” rusa
contra su país “que no tiene razón ni motivo”, y aunque recalcó que aún
hay “una oportunidad de solución” advirtió que se trata de un conflicto
que “va más allá de las fronteras de Ucrania”. Recordó que en 1994 su
país renunció a su arsenal nuclear, heredado de la desaparecida Unión
Soviética y que entonces era el tercero mayor del mundo, y con el
llamado Memorando de Budapest (uno de cuyos firmantes fue Rusia) se
garantizó la independencia y la soberanía nacional de Ucrania. Por ello,
Yatseniuk advirtió que, si no se respeta ahora ese acuerdo, “sería muy
difícil convencer” a cualquier país de que renuncie a sus armas
nucleares, lo que “debilitaría” a todo el sistema internacional de no
proliferación.
El
embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, pareció comenzar de modo
conciliador al decir que Rusia “no quiere la guerra” con Ucrania, pero
defendió el derecho de Crimea a separarse debido al “vacío legal” de
Kiev. Churkin denunció el “violento derrocamiento del gobierno legítimo
por los radicales de Kiev” y aseguró que Rusia “no quiere exacerbar más
la situación”, algo que consideró que han hecho otros países durante los
últimos meses apoyando las protestas contra el gobierno del ex
presidente ucraniano Victor Yanukovich.